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A carregar... Vita straordinaria di William Petty: avventuriero, erudito e conquistatore (edição 2004)por Alexandra Lapierre, Marco Bellini
Informação Sobre a ObraLe Voleur d'éternité : La vie aventureuse de William Petty, érudit, esthète et brigand por Alexandra Lapierre
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Adira ao LibraryThing para descobrir se irá gostar deste livro. Ainda não há conversas na Discussão sobre este livro. Lo primero que cabe preguntarse al comenzar esta lectura es quién fue realmente William Petty, ¿existió realmente? o tan solo es un personaje inventado de la autora.Pues bien, este personaje nació en los albores del siglo XVII, concretamente en 1623. De humilde origen, su actividad hace que podamos considerarlo uno de los mejores arqueólogos, a la altura de los mitos de la profesión. Sabemos con certeza que fue uno de los primeros aventureros en perseguir los tesoros de la antigua Grecia a lo largo de la orilla del Mediterráneo y también uno de los primeros locos (o genios) que consiguió apoderarse de las obras maestras de la humanidad. La historia ha olvidado su nombre. Sin embargo, William Petty fue un arqueólogo avant la lettre, el pionero que siguió los rastros de la Antigüedad para ofrecerles a la posteridad. William Petty era además un hombre inteligente, brillante,de buena presencia y se desenvolvía con facilidad en los ambientes más refinados. Además era un aventurero y buen espadachín. También un notable jugador y mujeriego. Sus actuaciones se movieron siempre sobre esa delgada línea existente entre la heroicidad y la vileza, entre la aventura y el engaño, entre la locura y la genialidad. Nacido en la Inglaterra rural a principios de 1600, la historia de nuestro protagonista es un misterioso viaje desde los sombríos castillos del Támesis hasta los luminosos templos de Grecia, desde las galerías de los palacios de Venecia hasta lo más profundo de las prisiones turcas. Petty empleó cualquier método, lícito o no, para llevar a Inglaterra trofeos de incalculable valor. Obras que hoy, cuatro siglos después, seguimos admirando en los más importantes museos del mundo. Al principio solo apreciaba el aspecto mercantil de su actividad pero finalmente llegó a entender y enamorarse verdaderamente de las obras que adquiría. Y gracias a ello y a la protección que les brindó frente a las destrucciones y saqueos de la época, hoy es posible disfrutar de muchas de ellas en diversas colecciones públicas o privadas. Consideraba que estas obras eran reflejo de lo más granado de la expresión artística de la humanidad y por consiguiente debían perpetuarse para las generaciones futuras. Tenía un sentido museístico de su profesión. A ella dedicó su vida, no siempre dentro de la Ley, pero interesante y digna de la belleza de las obras que ayudó a conservar. ¿Experto en arte clásico o ladrón de obras de arte? Lo que sabemos con certeza es que fue uno de los primeros aventureros en perseguir los tesoros de la antigua Grecia a lo largo de la orilla del Mediterráneo, y también uno de los primeros locos (o genios) que consiguió apoderarse de las obras maestras de la humanidad. La historia ha olvidado su nombre. Sin embargo, William Petty fue un arqueólogo avant la lettre, un pionero que siguió los rastros de la Antigüedad para ofrecerlos a la posteridad. La historia de nuestro protagonista es un misterioso viaje, desde los sombríos castillos del Támesis, a los luminosos templos de Grecia; desde las galerías de los palacios de Venecia, a lo más profundo de las prisiones turcas. Petty empleó cualquier método, lícito o no, para llevar a Inglaterra trofeos de incalculable valor. Obras que hoy, cuatro siglos después, seguimos admirando en los más importantes museos del mundo. sem críticas | adicionar uma crítica
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Pues bien, este personaje nació en los albores del siglo XVII, concretamente en 1623. De humilde origen, su actividad hace que podamos considerarlo uno de los mejores arqueólogos, a la altura de los mitos de la profesión.
Sabemos con certeza que fue uno de los primeros aventureros en perseguir los tesoros de la antigua Grecia a lo largo de la orilla del Mediterráneo y también uno de los primeros locos (o genios) que consiguió apoderarse de las obras maestras de la humanidad. La historia ha olvidado su nombre. Sin embargo, William Petty fue un arqueólogo avant la lettre, el pionero que siguió los rastros de la Antigüedad para ofrecerles a la posteridad.
William Petty era además un hombre inteligente, brillante,de buena presencia y se desenvolvía con facilidad en los ambientes más refinados. Además era un aventurero y buen espadachín. También un notable jugador y mujeriego. Sus actuaciones se movieron siempre sobre esa delgada línea existente entre la heroicidad y la vileza, entre la aventura y el engaño, entre la locura y la genialidad.
Nacido en la Inglaterra rural a principios de 1600, la historia de nuestro protagonista es un misterioso viaje desde los sombríos castillos del Támesis hasta los luminosos templos de Grecia, desde las galerías de los palacios de Venecia hasta lo más profundo de las prisiones turcas. Petty empleó cualquier método, lícito o no, para llevar a Inglaterra trofeos de incalculable valor. Obras que hoy, cuatro siglos después, seguimos admirando en los más importantes museos del mundo.
Al principio solo apreciaba el aspecto mercantil de su actividad pero finalmente llegó a entender y enamorarse verdaderamente de las obras que adquiría. Y gracias a ello y a la protección que les brindó frente a las destrucciones y saqueos de la época, hoy es posible disfrutar de muchas de ellas en diversas colecciones públicas o privadas. Consideraba que estas obras eran reflejo de lo más granado de la expresión artística de la humanidad y por consiguiente debían perpetuarse para las generaciones futuras. Tenía un sentido museístico de su profesión. A ella dedicó su vida, no siempre dentro de la Ley, pero interesante y digna de la belleza de las obras que ayudó a conservar.