Destinado a dar una respuesta a las numerosas preguntas de carácter histórico que, por mil caminos, pueden surgir en la mente de los muchachos, este libro invita a zambullirse en el pasado con objeto de buscar aquellas briznas de conocimiento que a menudo no encuentran lugar en los libros de historia, pero que sin embargo suelen suscitar más curiosidad e interés que los grandes acontecimientos, los cuales muy bien pueden haber modificado el mundo, aunque sin duda resultan áridos y antipáticos cuando su estudio se hace obligatorio y adquiere un carácter constrictivo.

El texto sencillo y controlado, los párrafos breves, la búsqueda de la noticia singular y curiosa, permiten que la lectura sea fácil y agradable al mismo tiempo. La riqueza de las ilustraciones añade un ulterior motivo de interés a estos libros que consultarán, leerán o simplemente hojearán con placer, grandes y chicos. Todos encontrarán en ellos la noticia extraña o curiosa que invita a la lectura, e incluso a sucesivas profundizaciones. Y consideraremos como un buen resultado que, a través del carácter episódico de los temas, el lector descubra aquí la historia en sus aspectos menos solemnes, pero indudablemente más vivos y agradables, e incluso divertidos. Por consiguiente, no trataremos sólo de la historia de los hombres y las guerras, sino de la historia del mundo, de la vida, de las pequeñas y grandes cosas, de los inventos mínimos y de los sublimes, de los animales, de las plantas, de las rocas.

El propósito de estos libros es el de satisfacer curiosidades y el de suscitar otras. Si la lectura esporádica de los temas aquí tratados suscita en los jóvenes la sensación de la escasez de sus conocimientos y el deseo de profundizarlos, los libros habrán cumplido con su misión, que es precisamente la de facilitar una respuesta a algunos interrogantes inmediatos, pero sobre todo la de abrir horizontes más amplios.